Lo que me dejó la cuarentena.
- Johanna Sg
- 8 may 2020
- 4 Min. de lectura
Día 60...
La naturaleza a nuestro alrededor sigue su ritmo... los arboles están con hojitas verdes, las flores ya llenan de color las calles, ahora si comienza a sentirse la primavera, el frío no pega tanto y el sol calienta más.
Y aquí sigo, en casa, resguardándome de aquello que comenzó hace ya unos meses y que jamás imaginé (creo que nadie) que fuera a cambiarnos tanto.
Mi encierro comenzó antes por llegar de un viaje a California con gripa (claro que caí en el pánico total de pensar que el Coronavirus ya estaba en mí) Acudí con la doctora, me dijo que no podía confirmar si era o no pero que debía guardar reposo de ya.
Fue una de las gripas que más duró y me pegó muchísimo, en ese tiempo todo estaba cambiando ya; cada vez se cerraban más lugares, había más restricciones pero yo pensé... "sólo son medidas de prevención y seguro en una semana todo normal"...
Obviamente no fue así.
Mi miedo se intensificó cuando cerraron Broadway y no permitieron vuelos de y hacía China y Europa. Creo que nos tardamos en decidir si irnos a México o no, pero optamos por quedarnos.
A los que trabajan en oficinas los mandaron a trabajar desde casa, se cerraron tiendas, restaurantes, centros comerciales, se cancelaron conciertos, eventos deportivos, todo aquello que congregaba a un número grande de personas.
Ha sido un tiempo difícil que de momentos me llena de una inseguridad terrible, incertidumbre y miedo, por lo que pueda pasar y obviamente por México; mis papás, mi familia, mis amigos.
Llamaba a mi familia todo el día rogando que ya se quedaran en casa ante una lenta o nula iniciativa del gobierno, les decía a mis amigos que esto era serio y que tomaran precauciones y vivía preocupándome por todo aquello que estaba allá en México fuera de mi poder y control.
Debo aceptar que la paciencia no es mi fuerte, pero si algo me ha enseñado todo esto es precisamente eso, paciencia y SOLTAR (juro que ha sido difícil, muy difícil).
Ha sido un ejercicio personal de asimilar lo que está en mis manos, de vivir mi vulnerabilidad en su máxima, porque aparte de toda la locura que representa esto, vivirlo con ataques de pánico y con la ansiedad misma no ha sido tarea fácil.
La realidad es que nadie estaba preparado para una situación así; como mundo estamos viviendo un duelo, de todo aquello que concebíamos, un duelo de nuestra forma de vida.
Las cosas no van a volver a ser las mismas, la forma de comunicarnos cambió, nos vimos ante retos grandes tanto en lo personal, económico, físico y así todo ha ido cambiando... ¡Claro que es una pérdida! ¡Claro que estamos adaptándonos!
No todos los días van a ser fáciles, no todos los días la convivencia con los que te rodean va ser óptima... ¡y se vale! Se vale vivir este proceso como puedas. Para mí muchos días incluían pijama todo el día, ver películas, a veces llorar, leer, algunos otros cocinar, hacer ejercicio.
Yo reconozco que ante todo soy privilegiada por poder quedarme en casa, porque mi sustento no depende de salir a la calle todos los días y porque puedo tener lo que necesito en casa, pero muchas personas no. Y ahí es cuando dejamos de pensar en lo personal para ver por lo colectivo. De mi privilegio está el moverme para ayudar al que necesite, de estar acatando instrucciones para no poner en riesgo a los que no pueden quedarse en casa, de apoyar en lo que pueda, por más pequeño que parezca.
Las noticias acá eran por más desalentadoras, negocios quebrando, refugios para personas rebasados, carpas médicas en Central Park, partos a puerta cerrada sin ningún familiar acompañando, centros de convenciones convertidos en hospitales, un número que crecía y crecía de personas contagiadas o fallecidas, que afectaban también a conocidos.
De nosotros también depende que noticias o contenido consumimos, le he dado prioridad a las buenas noticias, a los videos de personas haciendo retos en casa con sus hijos, de italianos en sus balcones cantando, de refugios de perros vacíos ante la creciente demanda, de todo aquello que me hiciera sentir bien o esperanzada, porque también se vale proteger tu salud mental ante todo.
Desde hace tiempo que la meditación ha estado en mi vida (me ha ayudado a lidiar con la ansiedad) y ahí me di cuenta del poder de agradecer, agradezco por las cosas que tengo ahora, por la compañía, porque a la distancia pero mi familia está bien.
De verdad, agradece por lo que tengas: tu casa, hijos, mascotas, refrigeradores con comida, amor, Netflix o entretenimiento, salud, por tu negocio o trabajo. Agradece.
Si tienes la fortuna de estar con tu familia, abrázalos, así apretado y quédate un rato ahí, si estás con tus hijos... disfrútalos con todo y la locura que puede ser el encierro, con quién sea que compartas este tiempo, conecta.
Llama a los que te importan y hazles saber que no están solos, si tienes la oportunidad de ayudar a alguien que la esté pasando mal, hazlo.
¡Transforma!
Y en lo privado (si es que no deseas con ellos) llora si quieres, deja salir la incertidumbre, la frustración, el miedo, no guardes nada. Todos estamos pasando por lo mismo de distintas formas, es un proceso de duelo y de sanar, es un tiempo también para ver dentro de nosotros, de la forma que puedas hazlo, date el tiempo (ahora que puede que lo tengas) escúchate y atiéndete.
Ahora las cosas van cambiando poco a poco, ahora mis pocas salidas incluyen cubrebocas, guantes de látex, muchos lugares permanecen cerrados, ir al súper representa hacer una fila (a veces larga, muy pocas veces corta) seguimos en "lockdown" aunque parece que ya se ve una luz a que poco a poco podamos recuperar algo de lo pasado.
Estoy convencida que muchas cosas van a cambiar, otras que tal vez ni cuenta nos damos ya lo hicieron, sé que para mí en lo personal esto ha movido mucho y en cierto modo me ayudó a poner un énfasis en cosas que necesitaba trabajar y en planes a lo corto, ya no postergar las cosas ¡Se vive hoy!.
De uno de mis libros favoritos siempre tengo presente la frase "la ruina es el camino a la transformación", no lo escribo de modo figurativo, sino que dentro de nuestras posibilidades éste tiempo nos lleve a la transformación a algo mejor.
Todo va estar bien.
Vamos a estar bien.
También esto va pasar.
Un abrazo.
